Monday 19 November 2007

Integorratorio del Mossad

Trabajo con gente que viaja mucho y a lugares exóticos.

Cuando nos juntamos para las cenas, las historias viajeras siempre entran en la conversación. Dependiendo de las bebidas consumidas y del ambiente del sitio, las historias varían de nivel y de autencidad.

El uno cuenta cómo le paraban con su todo-terreno soldados en Nigeria cada dos por tres para pedirle dinero para dejarle seguir y no matarle en esta ocasión. Después de una temporada pagando se dio cuenta de que los soldados sólo tenían barricadas ambulantes, que montaban en la calle cuando veían venir a alguien que parecía tener dinero, y tampoco tenían vehículos. Entonces, dijo, a partir de este descubrimiento siempre conducía muy rápido, así no les daba tiempo a poner las barricadas ni a seguirle después de haber pasado. Fácil, valiente.

El otro cuenta que pasó una noche en Bangkok recogiendo pescados vivos tirados en las calles con su conductor de tuc-tuc. No sabe de dónde venían los pescados del medio de la calle pero después de haberse sumergido en la vida nocturna tailandesa tampoco le parecía raro. Su conductor estaba tan contento con la comida inesperada que no le cobró al llegar al hotel por su viaje.
(Nótese que la historia de este señor, en otro ambiente y con más bebidas, fácilmente la hubiesen protagonizado bolas de ping pong en vez de pescados.)

Las comidas es un tópico favorito , corazones de serpientes medio vivos en China, insectos en Indonesia, semen de pescados varios en Japón , pero eso es otro tema, que se tratará en otra entrada.

Mi historia de aventuras para ocasiones avanzadas es:




'Yo fui interrogado por el Mossad (servicio secreto israelí)'

Durante mi carrera hice una campaña en un barco de investigación en el Mar Rojo. Volé de Alemania a Eilat vía Tel Aviv y crucé la frontera Israel - Jordania en taxi a medianoche para llegar al barco que estaba esperándome en Aqaba. Durante las siguientes semanas fuimos rumbo a Haifa en el norte de Israel, parando brevemente en Duba (Arabia Saudí) y Safaga (Egipto), cruzando después el canal de Suez al Mediterráneo.

Mapa de operaciones

Después de llegar a Haifa aproveché que estaba en un país soleado y caliente en pleno Abril y me fui a Jerusalén, alojándome en el refugio armenio en el Via Crucis, que resultó una mala selección porque coincidí con la Semana Santa ortodoxa y a partir de las cinco de la mañana pasaban grupos rusos y griegos cargados de cruces, ensangrentados y cantando al pleno pulmón por mi ventana. Cogí el autobús a Tel Aviv, compartiendo mi viaje con un grupo de chicas soldados con apenas 18 años, que hubiese parecido a un viaje de colegio si no todas hubiesen tenidos rifles de asalto M16 (conocidos gracias a las peliculas americanas).


El canal de Suez



Egipto visto del canal de Suez

Llegado al aeropuerto me dirigí a facturar y desde ahí todo fue cuesta abajo. El señor vio mi pasaporte con tres visas árabes en las últimas cuatro semanas y el sello de inmigracíon de Haifa indicando que venía en un barco alemán. En vez de preguntarme si prefería ventana o pasillo me llevó a una habitación sin ventana alguna. En la siguiente hora (o dos, dependiendo de la ocasión en la que cuento la historia) tuve que casi desnudarme (ya tenía en mente la imagen de un policía poniéndose guantes de goma, pero no llegamos ahí) y fui cacheado antes de ser interrogado por tres (o más...ya sabes) personas a la vez, que seguro que trabajaban para la seguridad del aeropuerto, pero el Mossad suena mejor (en cualquier ocasión). Fue interesante ver cómo hicieron el interrogatorio. La idea era hacerte preguntas muy específicas, como los detalles de mi trabajo en el barco, para después cambiar de tema por completo para de repente volver al primer tema. Así, cuando las respuestas la segunda vez eran diferentes a la primera te cogen, ¡bingo! Tambien los protagonistas tenían diferentes papeles en plan 'poli bueno, poli malo', también conocido gracias a las películas americanas, para ponerme nervioso con los unos y coger confianza con los otros. Al final decidieron que no era una amenaza para el aeropuerto (o Isreal en general) y me dejaron ir. De hecho me llevaron directamente a la puerta de embarque, si no hubiese perdido mi vuelo, e incluso se despedieron agradablemente.

(Al final, tenía un asiento al lado de la ventana, aunque prefiero pasillo.)

8 comments:

Anonymous said...

jajaja, con todo esto podías hacer una película estilo "Big Fish" de Tim Burton. La vi ayer por primera vez y aún estoy pensando si me gustó o no. Va sobre un hombre que no hace más que contar historias sorprendentes y bastante difíciles de creer sobre su vida, pero de la manera que son contadas, resultan muy atractivas al público.

La seguridad de los aeropuertos me fastidia bastante. Para entrar a los USA tuvimos hasta que descalzarnos y hace poco salió un artículo en un periódico, que decía que mucha jilipollez de este tipo, pero que para controlar hasta qué punto todos estos controles de seguridad son efectivos, un cuerpo secreto del FBI o de la CIA o alguno de estos, intentó subir a los aviones artículos para poder fabricar una bomba, tanto en equipaje de mano como facturado y lo consiguió. No lo detectaron en ninguno de los controles de seguridad de varios aeropuertos y no utilizaron medios ni sofisticados ni nada para camuflar estos artículos.

Anonymous said...

uy, que se me ha quedado cortado el comentario. Continuo. Y luego a personas normales y corrientes como nosotros, nos hacen hasta casi desnudarnos.

LA MARU said...

JAJAJA...Y este señores y señoras es el sentido del humor de mi cuñado....jejeje. Me he reído un montón. Yo tengo unas cuantas batallitas para las ocasiones especiales (véase la historia del pasamanos y similares...) pero cuando las cuento serena creo que nunca tienen tanta gracia....

Lucía said...

Perdona Martin, pero leyendo los comentarios antes de comentar he leido lo del pasamanos de la Maru y me ha dado un ataque de risa... Porque era su historia favorita cuando estudiabamos juntas y un día se la contó con todo lujo de detalles a dos amigos gays que la miraban con los ojos fuera de las orbitas!!!
La tuya, es simplemnete genial y muy divertida, lo mejor sin duda es el final.... miara que darte ventanilla....Anda que!
Un besin

Pink Floyd said...

Entendemos que no quieras hablas más sobre lo de los guantes de látex, seguro que te dejo traumatizado.
Desde luego, que vergüenza que después de todo te dieran pasillo. Yo en tu lugar, habría secuestrado el avión.

Eva said...

Yo la historia ya me la conocía e incluso la he usado en alguna cena: "Pues una vez a mi marido..."

Martin, de todas formas si quieres que te comenten tú también has de comentar. Las reglas no escritas. Primer aviso.

TQM

多洛雷斯 said...

EEEEEEEEEEEEEEE? pero que é eso da historia do pasamanos, entrada xa Maru que eu non a coñezo. Menuda experiencia, eu co cagadiña que son creo que me daría un "yuyu" no interrogatorio e aínda que non tivese nada que ocultar poñeríame tan nerviosa que seguro que aparecería na lista dos terroristas máis buscados. Ante situación desconcertantes (como esta) son unha combinación de nervios e frases sen sentido que me trae pola calle da amargura je. BIKIÑOS

Anduriña said...

Jo, a mí me pasa eso y me ca...por la pata. Menuda batallita tienes para contarle a Alba, je je.

Yo la verdad es que lo más exótico que he viajado fue México y lo más peligroso que vi fue untío muerto en la entrada de una discoteca, al que acaban de apuñalar. No obstante, yo no tenía nada que ver y el grupo de gente con el que estaba nos fuimos "pitando" para el hotel.

Por cierto, me encanta el final de esta entrada.Bicos