Ya no puedo decir que soy el único Alemán que nunca ha estado en Mallorca que solía hacer.
El año pasado fuimos a una fiesta de cumpleaños de los vecinos. Hablabamos de vacaciones y resultaba que Eva y yo eramos los únicos en la fiesta que nunca han estado en Mallorca. Incluso había una que nos contó toda orgullosa que ya ha estado como ocho veces! (Vez que gente más sufisticada conocemos.)
Nunca me ha llamado la atención ir, me ocurren cien lugares que me apetecen ir antes de Mallorca.
Pues, fuimos la semana pasada, no por voluntad sino por el trabajo, pero no nos quejamos de haber que ir.
Era tan turístico como me esperaba pero al mismo tiempo más bonito también. Los paísajes y lugares parecían de haber salido de una promoción turística. Todo recogidísimo y bonito. Pero le faltaba alma. La primera vez que tenía la sensación de estar en España fue en Eroski de Port Andratx, creo que la pendiente de la caja también fue la primera española que le hablé en el viaje, después de tres días. (El que nos recogió del aeropuerto era alemán, la de la recepción del hotel holandeses, las camareras de colombia y el grupo de trabajo chinos, holandeses, belgas, ingleses, alemanes, malayos, singaporeans, polacos, rusos, ...).
Llama la atención la luz. Es especial, intenso, hace brillar en colores vivos el mundo.
